Salobreña es un escenario idílico para el Festival Internacional Alborada Clásica, ofreciendo un entorno que combina historia, naturaleza y cultura de manera excepcional. Ubicada en la costa tropical de Granada, esta pintoresca villa andaluza está coronada por su majestuoso castillo árabe, desde el cual se pueden contemplar vistas impresionantes del Mediterráneo y la Sierra Nevada en el horizonte. Las calles empedradas y las blancas fachadas de su casco histórico, adornadas con flores vibrantes, crean una atmósfera cálida y acogedora que transporta a los visitantes a un viaje en el tiempo.

Es un encuentro que no solo resalta la calidad de los artistas invitados, sino también el entorno incomparable que envuelve cada actuación.

Salobreña, con su encanto único y su atmósfera tranquila, se convierte así en un punto de convergencia entre la música y el paisaje. Cada rincón del pueblo parece acompañar las melodías, con los sonidos del mar y la fragancia de los jardines que completan la experiencia sensorial del festival. Es una oportunidad perfecta para disfrutar de la música clásica rodeado de la belleza natural y cultural que sólo este rincón de Andalucía puede ofrecer.

Motril se convierte en un escenario vibrante y cautivador para su festival de música clásica, ofreciendo una mezcla perfecta entre el encanto costero y la riqueza cultural de la región. Situada en la costa tropical de Granada, Motril combina la frescura del Mediterráneo con la calidez de su tradición andaluza, haciendo que cada rincón del municipio se impregne del espíritu de la música. Con sus jardines exuberantes y sus plazas llenas de historia, el entorno de este festival invita a sumergirse en una experiencia donde la naturaleza y la cultura se fusionan en armonía.

Motril, con su auténtico espíritu andaluz y sus paisajes llenos de luz, se convierte en el escenario perfecto para que la música clásica cobre vida. El festival no solo es un deleite musical, sino también una oportunidad para explorar la riqueza de la región: sus callejuelas llenas de encanto, su puerto lleno de actividad y sus playas doradas que invitan al descanso. En este contexto, el festival se transforma en una experiencia multisensorial, donde la música, el entorno y la cultura local se unen para crear recuerdos inolvidables.